En el barrio se organiza un viaje a Mónaco, de plazas limitadas, para el que los protagonistas tan sólo consiguen dos. Benito y Manolo se disputan quién irá: si Carmina y Benito o Adela y Manolo. Como no se ponen de acuerdo deciden apostarse el viaje. Benito propone que la apuesta sea que él consiga que Adela se fije en otro hombre.