Horacio invita a todo el barrio a una fiesta, pero la policía aparece en la corrala antes de que ésta comience y se lo lleva a comisaría. Entonces, Horacio pide a su socio Luciano que se encargue del evento. La mesa donde se va a servir la cena no cabe en su casa y llama a Manolo y Benito para que le agranden la puerta. Los chapuzas aceptan el encargo para poder dar el dinero a Tania y que pueda irse a su país a pasar la Navidad.